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Tuesday, May 26, 2009

Carolina Aranda Cruz

A continuación pongo algo que me llegó por correo y se me hizo muy bueno. De hecho busqué usando Google y encontré muchas referencias como ésta en La Jornada y, al parecer, la trasncripción completa en un blog.

Va el contenido de la cadena la cual tenían varias faltas de ortografía que le arreglé, puede tener más, jeje.

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Esto salió solo en la TV en canal 11, y solo se publicó en la Jornada.

Rene Drucker Colin

Una muestra de la vida nacional

El 4 de junio del presente año, Carolina Aranda Cruz, de 11 años estudiante de quinto de primaria, fue invitada a dar un discurso en el World Trade Center ante cientos de pediatras y del secretario de Salud. Su discurso terminó con una frase devastadora: 'Pobre México nuestro, tan cerca del futbol y tan lejos de la ciencia'.

Algunos extractos de su discurso son apabullantes; Carolina dice:'¿Por qué apoyar más a los futbolistas que a los científicos? ¿Son mejores personas? ¿Producen mayor riqueza? ¿Nos divierten más?

No creo, gracias a los científicos también nos divertimos, ellos inventaron las computadoras, los iPods, los simuladores. Además, salvo algunos casos, los jugadores de futbol nos hacen ver muy mal mundialmente y nuestros científicos, que nadie apoya, no'. Y en otro segmento de su discurso expone: 'Me da pena que nuestro gobierno y nuestros empresarios inviertan tanto en futbol y seamos tan malos. Me da pena que inviertan tan poco en ciencia y seamos tan buenos. Tenemos la mejor universidad de Hispanoamérica, según la revista Time, y cada vez le damos menos recursos a la UNAM. ¿Por qué no apoyar a lo que ya dé resultados? Un país que no invierte en ciencia y educación siempre será un país pobre. ¿Queremos un México pobre?' ¡Qué les parece! Carolina le dio al clavo, y por demás, pues tiene razón. Ya lo vimos, por poco perdemos en futbol con Cuba, país donde ese deporte casi no se juega, y perdimos con Honduras. Pero ejemplos de ésos abundan en la historia del futbol mexicano.

Por otro lado, cabe mencionar otra vergüenza. El discurso de Carolina sólo tuvo eco en un medio de comunicación escrito y en uno televisivo. La pobreza noticiosa de los medios de comunicación también se evidenció. Y las cosas no cambian. Hace más o menos seis años, tres jóvenes mexicanos ganaron medallas de plata y bronce en una olimpiada científica en Dinamarca, donde compitieron 52 países. Ningún medio de comunicación vio importancia alguna en mencionarle en algún segmento. Estaban muy ocupados con señalar las medallas de Ana Guevara, de quien también estamos muy orgullosos. Pero tanta indiferencia, ¿se vale? Yo pienso que no.

Hace poco Televisa llevó a cabo su foro anual llamado Espacio. Creo que cerca de 5 mil universitarios asisten para escuchar a diversos personajes de la vida académica y política. Entre los invitados estuvo el actual director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks. La ocasión hubiera sido perfecta para hablar sobre los proyectos que tendría el Conacyt para impulsarles oportunidades en la ciencia para los jóvenes, o de las estrategias para desarrollar la tecnología que requiere el país en los próximos años y que podría abrir abanicos de oportunidad para la juventud. Pero no, habló sobre la moral. Yo no tengo nada en contra de la moral, pero hubiera sido moralmente más correcto para el director del Conacyt explicar, presentar o desarrollar temas sobre los cuales cientos de jóvenes en el país están preocupados y que se relacionarían con su futuro como mexicanos con oportunidades.

Para que seamos un país del primer mundo necesitamos de una profunda educación:
  • Educación Cívica
  • Educación Tecnológica y Científica
  • Educación Física y Salud
  • Educación en las Bellas Artes
  • Educación Sexual
  • Educación Ambiental
  • Educación en saber hablar y escribir el idioma español correctamente porque ni siquiera eso sabemos hacer
  • Educación en idiomas para podernos comunicar con el mundo entero
  • Educación en Historia de México para que conozcamos nuestras raíces y tengamos un profundo sentido de identidad nacional. (Es decir; sentirnos orgullosos de ser mexicanos y no avergonzarnos de ello. No perder nuestras tradiciones que hemos reemplazado por modas y modísmos extranjeros que ni siquiera entendemos y muy mal imitamos)

¿Alguna vez has visto que algún estadounidense ó inglés o cualquier otro extranjero porte en su ropa alguna bandera mexicana? Yo nunca jamas.

¿Alguna vez has visto algún Mexicano portar en su ropa alguna bandera estadounidense ó inglesa o de cualquier otra nacionalidad? Desafortunadamente, yo muchas veces.

Necesitamos ser Mexicanos de mucha calidad, es decir, personas finas de buenos modales, buenos sentimientos, limpios de cuerpo y mente, etc.

No nos discriminan por nuestro color de piel, nos discriminan por nuestra manera de comportarnos 'Que desafortunadamente en términos generales el grueso de la población Mexicana es Vulgar'

ESTE TIPO DE CORREOS DEBERÍAN SER CADENAS INTERMINABLES Y DARLE LA VUELTA A México VARIAS VECES HASTA QUE EL GOBIERNO y todos los mexicanos entendamos el mensaje porque no nada mas depende del gobierno depende de cada uno de nosotros.

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Monday, May 28, 2007

El Poder de la Mente

Lo siguiente me llegó en una presentación y se me hizo interesante. De hecho lo que se me hizo más importante son las frases que vienen al final. Por cierto que no comprendo porqué la gente insiste en ponerle efectos a los párrafos, oraciones o cada palabra para que se tarden en aparecer en la pantalla, ¿qué no saben que es una de las peores costumbres en presentaciones? Otro comentario que tengo es que parece que quien hizo la presentación no sabe que la parte que une la mano con el antebrazo se llama muñeca, y si, efectivamente ahí se toma el pulso, pero éste también se puede tomar en otros lados, así que la culpa de que el texto esté medio confuso no es mía. (Por cierto que si lo buscan con Google lo encontrarán en un montón de lados).


Un científico de Phoenix, Arizona, quería probar una teoría. Necesitaba un voluntario que llegase a las últimas consecuencias. Lo consiguió en una penitenciaría. Era un condenado a muerte que sería ejecutado en la penitenciaria de St. Louis, en el estado de Missouri, donde existe la pena de muerte ejecutada en la silla eléctrica.

Propuso lo siguiente: Él participaría en un experimento científico, en el cual sería hecho un pequeño corte en el pulso, lo suficiente para gotear su sangre. Él tenía la probabilidad de sobrevivir, en caso contrario, fallecería con una muerte sin sufrimiento ni dolor. El condenado aceptó, pues era preferible eso a morir en la silla eléctrica, además tenía una oportunidad de sobrevivir.

El condenado fue colocado en una cama alta, de hospital, y amarraron su cuerpo para que no pudiera moverse. Hicieron un pequeño corte en su pulso. Abajo de su pulso, fue colocada una pequeña vasija de aluminio. Se le dijo que oiría su sangre gotear en la vasija. El corte fue superficial y no alcanzó ninguna arteria o vena, pero fue lo suficiente para que él sintiera que su pulso fue cortado.

Sin que él supiera, debajo de la cama había un frasco de suero con una pequeña válvula. Al cortar el pulso, fue abierta la válvula del frasco para que él creyese que era su sangre la que caía en la vasija. Cada 10 minutos el científico, sin que el condenado lo viera, cerraba un poco la válvula y el goteo disminuía.

Mientras tanto el condenado creía que era su sangre la que estaba disminuyendo. Con el pasar del tiempo fue perdiendo color, quedando cada vez más pálido. Cuando el científico cerró por completo la válvula, el condenado tuvo un paro cardíaco y murió,
sin ni siquiera haber perdido una gota de sangre.

El científico consiguió probar que la mente humana cumple, al pie de la letra todo lo que le es enviado, y aceptado por el individuo, sea positivo o negativo, y que tal acción envuelve a todo el organismo, sea en la parte orgánica o psíquica.
Esta historia es una alerta para que filtremos lo que nos envía nuestra mente, pues ella no distingue lo real de lo fantástico, lo cierto de lo equivocado, simplemente graba y cumple lo que le es enviado.

"Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar"
"Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante"
"He sido una persona afortunada, nada en la vida me ha sido fácil" - Sigmund Freud

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